El proceso creativo es
una de las potencialidades más elevadas y complejas de los seres humanos, éste
implica habilidades del pensamiento que permiten integrar los procesos
cognitivos menos complicados, hasta los conocidos como superiores para el logro
de una idea o pensamiento nuevo.
La creatividad ha
existido desde siempre, es una habilidad del ser humano y, por lo tanto,
vinculada a su propia naturaleza. Sin embargo, por mucho tiempo, la creatividad
como concepto fue un tema no abordado y por lo mismo poco estudiado, es hasta
años recientes donde surgen teóricos que se abocan a profundizar sobre el tema
y se desarrollan trabajos y aportaciones alusivas a este concepto.
Iniciaremos esclareciendo
y revisando algunas ideas en torno a la ‘Creatividad’, la cual es una palabra
que se encuentra categorizada como un neologismo inglés común, sin embargo,
este concepto no se consideraba incluido dentro de los diccionarios franceses
usuales y de igual manera, tampoco aparecía en el Diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española (1970), tal como el concepto que ahora se maneja
como: ‘creatividad’. Fue hasta versiones más actuales cuando se dio su
inclusión tanto en éste como en otros diccionarios. Así en la edición de (1992
pp. 593), que este diccionario la define como: “facultad de crear, capacidad de
creación”. En 1971, la Real Academia de la Lengua Francesa discutió sobre la
aceptación o no de esta palabra y se optó por la negativa. Hoy se ha
generalizado y su empleo como podemos constatar es universal.
Continuando con la
revisión en enciclopedias y diccionarios, encontramos que en la Enciclopedia de
Psicopedagogía Océano (1998 pp. 779-780), se define ‘creatividad’ como:
“Disposición a crear que existe en estado potencial en todo individuo y a todas
las edades”. Por otra parte, en el Diccionario de las Ciencias de la Educación
Santillana (1995 pp. 333-334), se señala: “El término creatividad significa
innovación valiosa y es de reciente creación”.
De tal manera que la
inclusión formal como concepto de estudio en varias disciplinas, ha sido
reciente y permite vislumbrar todas las posibles investigaciones y trabajos que
se pueden generar al ser abordado, debido básicamente, a que es un tema de
estudio relativamente nuevo que afortunadamente ha ganado adeptos, sobretodo en
los últimos años.
En cuanto a la disciplina
psicológica se refiere, debido a su desconocimiento como término en sí, no se
había abordado dentro de los conceptos fundamentales de estudio en esta ciencia
y en sus inicios, de hecho, se entendía como: invención, ingenio, talento, etc.
Sin embargo, en las últimas décadas ha ganado el interés como área de estudio,
especialmente en el ámbito educativo, realizándose inclusive investigaciones
referentes a esta expresión. Es importante señalar que como ciencia de la
creatividad, la psicología no tiene hoy por hoy respuestas definitivas en
cuanto al concepto.
De esta forma, desde el
punto de vista de las teorías psicológicas se conceptualiza a la creatividad
desde diferentes ángulos: conductismo, asociacionismo, la escuela de la
gestalt, los psicoanalíticos, los humanistas y los cognoscitivistas. Cabe mencionar
que Piaget usó el término “constructivismo” para definir una forma de aprender
la cual requiere necesariamente de la reinvención de los conocimientos. Para la
mayoría de los psicólogos, la creatividad es considerada como un factor
multidimensional que implica la interacción o concatenación entre múltiples
dimensiones.
Estas teorías se revisten de sustancial
importancia cuando se proyectan en escenarios educativos, en este sentido, las
teorías psicológicas más adoptadas, retoman ahora este proceso como clave del
logro de aprendizajes fundamentales y trascendentes llamados “significativos”,
para la formación de sus estudiantes. Bajo la concepción de que la escuela,
tiene como intención última la formación de personas en futuros ciudadanos con
capacidad de pensar y crear ante las cotidianidades que enfrenten, es necesario
entonces, entender esta escuela como un espacio activo, lúdico, que promueva
las situaciones de enseñanza-aprendizaje utilizando el pensamiento divergente,
tanto del profesor como del alumno, ante esto (Ballerster 2002. p. 72) señala:
“las situaciones abiertas de aprendizaje, a partir de experiencias y emociones
personales, con estímulo del pensamiento divergente en que el alumnado proyecta
sus ideas, potencian la diferencia individual y la originalidad y se convierten
en hechos clave y decisivos para una enseñanza activa y creativa”.
-
El proceso creativo es prácticamente invariable: La mente
del inventor es preparada
previamente, a propósito o no, mediante la compilación de toda la información
relevante sobre el problema que le preocupa. Habitualmente el cerebro produce
intentos continuados de plantear el problema de una forma lógica, aunque
evitando cuidadosamente o negándose, a aceptar ninguna solución definitiva. La
respuesta en sí, la idea creativa y definitiva,
surge casi siempre cuando el individuo no está concentrado en el problema, sino
que se encuentra en un estado de abstracción, de "sueño despierto" o
"ensoñación".
La
inspiración
imaginativa parece darse a menudo durante viajes en tren o en autobús, o en el
baño, situaciones ambas, que por su monotonía pueden producir un estado de
ensimismamiento, propicio al trance creativo. En esos estados
de consciencia, las barreras que se oponen al inconsciente caen y se
da rienda suelta a la fantasía y a la imaginación.
Bibliografía:
-http://www.revista.unam.mx/vol.5/num1/art4/ene_art4.pdf
-http://es.wikipedia.org/wiki/Creatividad
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